5.30.2009

NUESTRA PROPUESTA

Partiendo de una trayectoria en educación, antropología, teatro y artes, estamos trabajando a partir del año 2008, inspiradas en los encuentros indígenas continentales, interculturales y su relación con la sociedad entera. Se trata de un planteamiento didáctico y cultural para chicos y chicas de cero a diezysiete años, a quienes acercamos historias que aumenten su conocimientos pero que también fortalezcan su formación ética y estética, tomando en cuenta los siguientes ejes transversales.

Derechos de la infancia

1. Tener una escuela para aprender y ser una persona de bien. 2- Vivir en un lugar, en donde el aire, el agua y la tierra estén limpios. 3- Que nadie lastime mi cuerpo y mis sentimientos. 4- Vivir en un lugar tranquilo con personas que me quieran y me cuiden siempre. 5- Estar sano y comer bien. 6- Recibir el trato justo que todos los niños y niñas merecemos, respetando nuestras diferencias. 7- Jugar, descansar y reunirme con niños y niñas. 8- No trabajar antes de la edad permitida. 9- Decir lo que pienso y lo que siento para que los demás me escuchen.


Medio ambiente.

Caminar paso a paso por un mundo lastimado aparece como realidad del mundo contemporáneo; industrial, electrónico, con preservadores, químico, automatizado, plastificado, con armas altamente tóxicas para la vida en el presente y futuro, contaminado en sus aires, aguas, tierra, vida. Tomar una posición ante lo que consideramos un grave problema y buscar soluciones y alternativas es nuestro objetivo.


Equidad de género

Las diferencias hacen un mundo más complejo y hermoso, y ello no debiera ser motivo de injusticias o violencia, por ello nos parece importante alentar el valor de la equidad como forma de comprender, que además son muchas más las cuestiones que tanto hombres como mujeres podemos hacer si aprendemos a compartir. También si observamos actividades, colores, objetos sin definirlos como necesariamente masculinos o femeninos.

Conocer los derechos en este sentido, desde el arte nos parece un buen aliciente para que las y los niños y jóvenes comiencen la vida mirando con respeto y dignidad.


Personas con capacidades diferentes.

Considerar la diversidad humana implica también aceptar que existen personas que carecen de algunas funciones físicas, y pueden desarrollar otras, y que como colectividad es tarea solidaria ayudarnos y acompañarnos. Lamentablemente siguen ocurriendo constantemente hechos, que nos muestran que en torno a estas personas existe la idea de que deben ser aisladas, y son vistas superticiosamente con temor o repulsa, lo que resulta en que muchos de estos seres humanos, golpeados por la genética o por accidentes, se auto-marginen, se auto-denigren. En las culturas ancestrales de Abya Yala hay lecciones de vida que podemos retomar para construir una sociedad más justa y feliz.


Derechos y cultura de los pueblos originarios.

La Declaración Universal de Derechos de los Pueblos Indígenas (que preferimos llamar originarios establece el derecho a la autodeterminación, al control de sus tierras y recursos naturales, y la preservación de la cultura y tradiciones de esas comunidades. El texto establece el derecho a la autodeterminación, incluyendo el "derecho a la autonomía o autogobierno en los temas relacionados con sus asuntos internos y locales, así como caminos y formas para financiar sus funciones autónomas". En este sentido la declaración asienta que los territorios donde viven los indígenas no pueden ser utilizados con fines militares ni, como era frecuente en el pasado, para el depósito de residuos tóxicos.

Se estima que son 370 millones de indígenas en el mundo y la ley declara que no deben ser sujetos de "ningún acto de genocidio u otro acto de violencia", ni se debe proceder al traslado forzado de niños de un grupo a otro. Añade en otro de sus artículos que tampoco pueden ser desplazados de sus tierras o territorios, mientras que su reubicación no puede ser llevada a cabo sin su consentimiento previo, tras una decisión tomada con libertad y diálogo. Los estados tienen pues la obligación y el honor de garantizar el cumplimiento de las disposiciones, entre las que sobresalen la preservación de las lenguas, tradiciones, cultura, no discriminación ni explotación, trabajo, acceso al desarrollo, educación y salud, respeto a sus tradiciones y formas de organización y gobierno.


Estos cinco ejes atraviesan las historias, es decir, se tratan implícitamente en ellas así como en la narrativa de quienes exponen las obras, las cuales están presentadas con un afán estético siendo lo más fiel posible a las expresiones artísticas e intelectuales de los pueblos que habitan desde Alaska hasta la tierra del fuego. Al seguir las narraciones que proponemos las y los niños ensamblan su representación gráfica en la forma de un códice en un ambiente interactivo y que fortalece la integración de grupo.




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